He aqui una carta que le escribi a mi primo dueño original de esta camioneta hace ya casi 30 años, este juguete lo trajo mi abuelo de Estados Unidos supongo que de California USA que era donde trabajaba en aquella epoca y se lo regalo a mi primo Victor que es el mas grande de la nueva generacion familiar, es una reliquia que intente rescatar y me falta una partecita, pero pues ahi voy mas o menos. Me imagino muchas cosas, tal vez como mi a buelo la escogio en la jugueteria para regalarla y como fue que viajo con ella desde donde vivia, en fin, muchas cosas me imagino.
He aqui el escrito
¿Te acuerdas?... Hace muchos años te regalaron una camioneta tipo van marca “Tonka”, nos poniamos a jugar en la tierra y le metiamos monitos de star wars, ¡era lo máximo! para mi que me prestaras tu camioneta y la poniamos a pelear contra las naves de Darth Vader, mientras rodaba por el pasillo de entrada a la casa de Mamá Chayo, la metiamos al lodo y la limpiabamos con agua, incluso dentro de una cubeta se convertia en submarino, era un vehiculo invencible ya que era “de fierro” como decíamos en esa época, era un mejor juego cuando los monitos Gi. JOE articulados se metían de manera mas facil en esa camioneta ya que a diferencia de los otros se les doblaban las piernas jaja que chido era, se escondia entre las macetas y la podiamos cubrir con piedras y tierra y siempre salia adelante, si alguno monito salia “herido” podíamos meterlo por la puerta de atrás y ser transportado a “la base” para ser curado, su interior color anaranjado y su pintura negra la hacían verse “chidisima” eran muy buenos tiempos, eramos niños.
Hace tiempo me acorde de esa camionetita y me dispuse a buscarla, creí verla hace mucho tirada en el patio de la casa, area de juegos de Eloi, le pregunte a el donde podía estar y se dispuso a buscarla ya que el sabia que se la podía cambiar por otros juguetes de su agrado ya sea de Goku o de luchadores, etc. Mi corazón de coleccionista de juguetes y mas de los que han formado parte de mi vida apresuro un poco a mi primo a encontrarla y pues al fin la camioneta fue encontrada debajo de muchos juguetes llena de tierra y muy oxidada, sus calcas ya no tenían color y de la pintura no quedo ni el recuerdo, sus llantas estaban muy gastadas e incluso tenia golpes en la parte de arriba, en ningun juego había sido vencida, ninguna piedra o barrera la detuvo, pero parece que el tiempo por fin le gano a este juguete, o eso parecía...
Al final de cuentas me fue vendida por mi Eloí creo que en $40.00 junto con otras cosas mas de las cuales no recuerdo el precio que me dio, la tome en mis manos y le pregunte -si tenia la puerta trasera- a lo que me contesto que -ya no la tenia-, mi primer paso fue quitarle todo el lodo que tenia con un buen baño que incluyo jabón, cepilladas y mucha agua y mas o menos quedo bien, después empezó a adornar mi escritorio, toda oxidada y fea llamaba la atención a la gente que me visitaba, después me fui a vivir al centro y me lleve la camioneta “de paseo” y después viví atrás de soriana y me lleve la camioneta conmigo y así anduvimos hasta que volvi a mi casa y me la volví a llevar abri mi negocio y me la lleve para alla y fue cuando se me ocurrió que... Podía restaurarla.
Busque pues información en internet, escanee los vestigios de las calcas que tenia pegadas, recorde el color de la parrilla y me puse a buscar camionetas similares pero no encontre ninguna (tal vez era única pensé) y así dedicandole cada dia un poquito, la lije, desarme y desmonte llantas, mande fondearla con un amigo que tiene un taller de pintura automotriz y después ahí mismo se pinto con laca automotriz de color negro brillante, después encontre algunas camionetas similares en internet que vendía una persona de Ensenada B. C. Y las compre por mucha nostalgia.
Te muestro las fotos Victor y ojala te acuerdes, estamos muy lejos los dos y ha pasado mucho tiempo, pero siempre me acuerdo de muchas cosas, hoy la termine de restaurar, después de casi 30 años el juguete vuelve a estar restaurado, le agregue las calcas que yo mismo hice y aplique en el juguete y una vez mas “quedo chidisima” quiza juegue con ella alguno de nuestros hijos,pero mientras la tendre en mi escritorio donde seguira llamando la atencion y me recordara siempre aquellos juegos, mas que salvar un juguete es salvar un recuerdo una parte de nuestra vida, un instante, el instante que somos en este mundo.
israel rojas lara D. G.
